Soluciones

Es muy difícil controlar el ingreso de la gran cantidad de basura que ingresa al mar. Sin embargo, es posible mitigar su impacto mediante las siguientes medidas:

  • Evaluar los volúmenes de producción, patrones de distribución y acumulación, e impactos de la basura marina en la región. Cuanto más tiempo permanece la basura en el mar, mayor es la amenaza que supone para la salud del hombre, la vida silvestre, el turismo y la navegación.
  • Ampliar la cobertura de los sistemas de recolección de basura en los municipios costeros y asegurar que los procedimientos de disposición de residuos sólidos impidan la liberación de materiales persistentes al medio marino. Todo residuo que se deseche de forma inadecuada, así como todo material transportado o almacenado de forma inadecuada, es susceptible de convertirse en basura marina.
  • Reducir el uso de envases y envolturas desechables de materiales persistentes que eventualmente pueden convertirse en basura marina.
  • Controlar en forma simultánea las diferentes fuentes de generación de residuos sólidos en el entorno marino.
  • Incluir la problemática de la basura marina en las agendas de temas prioritarios de los países de la región, en especial en la agenda educativa.
  • Potenciar la elaboración de proyectos que impliquen el reciclaje de la basura, es decir, en la recolección, la separación por tipos (plásticos, vidrios y metales) y transformación de los materiales desechados a fin de utilizarlos de nuevo. El reciclaje se ha convertido en una práctica frecuente; sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los materiales pueden reciclarse y en general, muy poco plástico se recicla, salvo el contenido en botellas de leche o de refrescos.
  • Establecimiento de medidas dirigidas a prevenir la contaminación para poder reducir la cantidad de desechos. Algunos ejemplos serían volver a usar un mismo material, el empleo de objetos reciclables en lugar de objetos de un solo uso y la limitación de los envoltorios que consumimos, en especial los plásticos.
  • Planificar estrategias y campañas para erradicar el hábito de tirar la basura al suelo, en especial entre los bañistas y navegantes, que deben cerciorarse de que el viento o la lluvia no arrastren su basura hacia el mar. Igualmente, para que las bolsas o cajas de desechos que se dejan en la calle para su posterior recogida, estén bien atadas o cubiertas a fin de que la basura no se esparza.
  • Minimizar la disposición de restos de artes y aparejos de pesca en las costas y el océano.
  • La basura marina puede generar numerosos problemas ecológicos en todo el mundo.
  • Numerosos gobiernos y organizaciones privadas ya han tomado cartas en el asunto; aun así, la iniciativa individual sigue siendo la mejor forma de combatir la contaminación de los océanos. Dado que la prevención parece ser el método más simple y eficaz de disminuir los residuos en el mar, todos deberíamos empezar por revisar nuestros estilos de vida, calcular cuánta basura generamos e imaginarnos a dónde va a parar.
  • Por este motivo es importante realizar campañas educativas y de difusión sobre los problemas que se derivan de la basura marina, y la necesidad de educar a la población para reducir el impacto de este problema en el mar y su ecosistema.